Profecías Auto Cumplidas: Cómo Nuestras Creencias Moldean el Destino
Cuando tenemos un problema, el hecho de rechazarlo, evitarlo o evadirlo nos garantiza que se mantenga presente y no lo solucionemos. Al obsesionamos con una idea la podemos convertir en realidad, al estar concentrados en ese problema o idea fija le estemos dando vida, lo alimentamos y de alguna manera provocamos que aquello que queríamos evitar se convierta en realidad.
Por
citar un ejemplo, cuando alguien nos hace una predicción, que nos da miedo, que
no nos gusta, que nos genera sentimientos negativos, empezamos a creer que es una realidad generando que suceda, y como la mente es muy poderosa, podemos empezar a percibir en el sentido más amplio esta
situación como una situación inminente. Cualquier expectativa, temor, convicción
o simple sospecha de que las cosas evolucionarán en un sentido determinado,
puede afectar nuestra vida de manera significativa.
Esta expectativa como
dijimos anteriormente se puede gestar en el exterior, por medio de otras
personas, o en el interior de nosotros. De cualquier manera esta expectativa se
convierte en una realidad inminente contra la que hay que tomar medidas para
evitar que suceda y se hace todavía más fuerte cuando son varias las personas
que estando a nuestro alrededor refuerzan esta idea.
Así las
profecías auto cumplidas crean una realidad, como por arte de magia, de esta
manera a través de la atención y energía que le dedicamos generamos aquello que
queríamos evitar. Lo importante es que no profeticemos aquello que nos asusta, pues al creerlo
estamos siendo creadores de nuestra
realidad, de nuestro destino y así es muy probable que lleguemos al lugar en
donde no queríamos estar.
Cuando
algo nos preocupa y dedicamos todas nuestras energías a esa idea nos colocamos
justamente en el proceso en el que no queríamos estar. Podemos en cambio en
lugar de ofrecerle resistencia a esa idea, que finalmente convertimos en
energías mal canalizadas, le damos vida, dejamos que las cosas fluyan, las
podemos observar desde afuera, sin resistencia, sin dedicarles tiempo. Si tan sólo
observamos los problemas y lo hacemos con una visión objetiva, haciendo
consciencia de lo que realmente es, del poder que le damos para afectarnos, si lo dejámos fluir sin obsesión, será más fácil que llegue la solución. Recordemos
que al dedicarle mucho tiempo y esfuerzo estamos generando la permanencia del
mismo.
Y si
ocupamos esa energía en generar las cosas que no nos generan miedo, sino
pasión, amor, entusiasmo, en esas cosas que si queremos que pasen, estaríamos ocupando
la energía para generar la posibilidad de que nuestros sueños sucedan. En lugar
de resistirnos y generar lo que no deseamos que suceda.
Si concentramos nuestros esfuerzos en hacer realidad lo que pensamos, y creemos, lo
podemos volver una realidad. Esto aplica tanto para sueños como para
pesadillas.
¿Cuántas
veces has deseado alcanzar algún sueño en la vida? estudiar una carrera, tener
determinado trabajo, formar una familia, tener hijos, tener éxito, conquistar a
aquella persona que nos atrae, lo logramos a base de esfuerzo, de energías
concentradas en ese objetivo, de trabajo, de tiempo, de pensar y creer que lo
podemos obtener.
Empezamos por
verbalizarlo y por encaminar las acciones que sean necesarias para conseguir
eso que soñamos, así visualizamos el camino para alcanzar esa meta. Aun cuando esto nos implique mucho
trabajo y esfuerzo.
Pero
también podemos hacer una mala canalización de estas energías creadoras, cuando pensamos que no somos lo suficientemente buenos para alcanzar lo que queremos,
tendemos a creernos incapaces, o indignos de alcanzar nuestros sueños y así simplemente nosotros mismos nos
bloquemos, nos detenemos, nos limitamos.
Todos
sabemos en nuestro corazón lo que realmente queremos y tenemos dos caminos a
seguir:
1) El
camino del miedo, en el que la inseguridad, los obstáculos y los prejuicios
sobre nosotros mismos suelen ser muy fuertes, de esta manera terminamos
desistiendo y evitamos aquello que queríamos o generamos justamente aquello que
estábamos tratando de evitar.
2) En
cambio está el camino del amor hacia eso que soñamos y hacia nosotros mismos,
en donde creemos, planeamos, trabajamos con pasión, entrega, confianza,
paciencia, disciplina. Estar en este camino y desear que algo suceda, no
implica que se va a realizar por arte de magia, simplemente significa que le estamos
dando la posibilidad de ser, de convertirse en una realidad a través del
trabajo y el esfuerzo diario encaminado siempre a cumplir ese sueño.
Los sueños si se cumplen si somos capaces de aceptar que los
podemos crear o destruir, esto no significa que sea fácil o que lo vamos a
alcanzar en la forma o el tiempo que nosotros esperamos, es necesario tener
paciencia, no claudicar.
Seguramente vamos a pensar que no podemos o que nos
encontremos muchas piedras en el camino, pero si le dedicamos todo nuestro amor
y dedicación creyendo firmemente que podemos alcanzar ese objetivo abrimos las posibilidades.
Podemos
elegir hacer eso que anhelamos de manera grandiosa, importante y perfecta, solamente hay que abrir la mente a
ese sueño, déjalo salir, creer y fruir.
¿Prefieres hacer realidad sueños o pesadillas?
"El único modo de hacer un gran trabajo es amar lo que haces. Si no lo has encontrado todavía, sigue buscando. No te conformes. Como en todo lo que es propio del coazón, lo sabrás cuando lo encuentres" Steve Jobs
Comentarios
Publicar un comentario