DUELO. Cuando la vida cambia en un instante
El Duelo: Un Proceso Único y Personal
Las Etapas del Duelo: Un Proceso No Lineal
Reacciones Frecuentes en el Duelo: Emocionales, Físicas y Conductuales
Trauma intenso, confusión, rechazo y negación.
Tristeza y desesperación abrumadora a tal punto que enfrentar algunas tareas diarias puede parecer imposible.
Culpa extrema, sentimientos e ideas de haber fallado, de que
pudimos haber hecho algo diferente.
Enojo intenso y sentimientos de amargura e injusticia.
Temor o miedo a estar
solo.
Resentimiento hacia personas felices.
Sentir que la vida no tiene sentido, desear que te liberen
del dolor.
El duelo puede causar muchas sensaciones físicas: Opresión
en el pecho o la garganta, náuseas, malestar estomacal, mareos, dolor de
cabeza, músculos tensos, fatiga.
Se presentan cambios en la conducta: Alteraciones en el
sueño y la alimentación, irritabilidad, inquietud, aislamiento.
Con el tiempo el duelo se vuelve menos intenso, pero los
sentimientos en el proceso pueden aparecer y desaparecer, sobre todo en las
fechas importantes.
Acciones que Ayudan a Afrontar el Duelo de Forma Saludable
Cuando pedir ayuda, acudir a terapia:
Habla de forma abierta sobre el duelo.
Habla frecuentemente
de tu ser querido, nombrándolo por su nombre.
Pide ayuda a familiares y amigos para realizar tareas
en el hogar.
Tómate tiempo para decidir sobre las pertenencias de su ser
querido, no te apresures en regalar nada.
Planifica cómo pasar los días significativos, como su
cumpleaños o el aniversario de su muerte.
Acude a un grupo de ayuda para compartir tus experiencias
con otros dolientes, que entiendan tu duelo y puedan ofrecerte consuelo y
sugerencias.
Date permiso de experimentar el dolor de la pérdida, la
tristeza, el enojo, la soledad, de reaccionar de manera que puedas procesar y
liberar emociones intensas, llorando, incluso gritando.
Destina espacio y tiempo al día para pensar y recordar a tu
ser querido expresando tus sentimientos.
Se paciente, permite que el duelo trascurra de manera
natural en ti.
Encuentra salidas creativas para expresar tus sentimientos
como la música, la escritura o el arte.
Sigue una rutina: estructurar tu tiempo te permitirá retomar
el sentido de normalidad y seguridad reduciendo el estrés.
Perdónate por las cosas que hiciste o dejaste de hacer o
decir, así procesaras el dolor que trae el arrepentimiento y los deseos no
cumplidos, podrás concentrarse en lo buenos recuerdos.
No descuides tus necesidades físicas: Alimentación y
descanso.
Realiza rituales de despedida, ceremonias para expresar
emociones, socializar el dolor, tener un espacio para honrar, agradecer y
despedir a tu ser querido.
Crea un espacio de recuerdo donde coloquen objetos
significativos: fotos, velas, flores.
Escribe una carta de despedida y léela en voz alta.
Agradece el tiempo que pasaste con él o ella.
Realiza estas actividades si las consideras necesarias y si
te hacen sentir bien.
Pedir ayuda si:
Sientes que es muy difícil volver a la vida normal, volver a
trabajar o a realizar actividades cotidianas después de seis meses.
Cuando incluso con el paso del tiempo el duelo es muy
intenso.
El duelo ha durado mucho tiempo.
Sientes imposibilidad de cuidarte a ti mismo. Algunas veces
piensas escapar del dolor haciéndose daño.
Si tienes pensamientos recurrentes de unirte con tu ser
querido.
Cuando existe previamente un diagnóstico de depresión o
angustia.
Si has enfrentado recientemente otras pérdidas fuertes.
Beneficios de la Terapia para el Duelo
Puede ayudarte a enfrentar un duelo muy intenso y doloroso.
Promueve maneras útiles de sobrellevar la ausencia.
Permite resignificar tu dolor.
Busca devolver el equilibrio emocional y ayudándote a aceptar la pérdida.
Se trabaja con sentimientos, recuerdos y pensamientos negativos.
Utiliza técnicas especificas en duelos complicados.
Ayuda a reducir la intensidad del duelo y el sufrimiento por la muerte.
Facilita la capacidad de disfrutar de los recuerdos del que falleció.
Promueve la recuperación de la relación entre los demás miembros de la familia.
Apoya para la reincorporación a la vida diaria.
Promueve nuevas conductas adaptativas.
Facilita la despedida.
La terapia puede ser individual, de pareja, grupal o familiar.
Las tareas por trabajar en el duelo son:
Aceptar la realidad de la pérdida.
Experimentar el dolor en el duelo.
Adaptarse a la vida sin la presencia física del que murió.
Crear nuevas formas de mantener una conexión con el que ya no está.
Encontrar sentido a la vida después de la muerte. Para algunas personas es importante crear un legado en honor a su ser querido, trabajando en algunos intereses que tenía.
Volver a conectar con la vida a través de la manera de ver el mundo del fallecido.
El amor que compartiste con él/ella siempre formara parte de tu vida.
Estar vivos nos vincula directamente con la muerte, la vida nos cambia en un instante, un accidente, un diagnóstico, el fin de una larga enfermedad,todos vamos a atravesar diferentes duelos, unos más intensos, más largos, más fuertes, más difíciles, sin embargo, el duelo nos puede dar la oportunidad de reconstruir nuestra visión de la vida y la muerte, de resignificar nuestras relaciones con nuestros seres queridos, los que están y los que ya no y con nosotros mismos, a aprender a disfrutar cada minuto antes de que la vida cambie.
Marcela Barrera
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