La Importancia de la Coherencia: Clave para Relaciones Saludables
Es
necesario establecer un contacto completo y franco con nosotros
mismos y con los demás, así tendremos más posibilidades de sentirnos amados
valiosos y de tener un desarrollo emocional sano.
Cuando
hablamos con los demás es muy importante que podamos verlos a los ojos y que
pongamos la suficiente atención para escucharlos realmente. Igual de importante
es manifestar lo que realmente estamos pensando y sintiendo, sin poner en el
otro la responsabilidad de adivinar lo que queremos, sentimos y pensamos.
Hablar sin máscaras y con franqueza nos va a permitir mantener intacta nuestra
autoestima y así poder establecer un
contacto real que nos lleve a construir relaciones sólidas.
Para
mejorar nuestra autoestima es necesario cambiar nuestras actitudes y desarrollar
un conocimiento profundo de nosotros mismos, llevándonos a tener la libertad de
ver y escuchar lo que somos, de decir lo que pensamos, de expresar lo que
sentimos, de pedir lo que necesitamos y de arriesgarnos al cambio dejando a un
lado lo que debo ser, sentir, pensar, el tener que pedir permisos para actuar y
sobre todo mi zona de confort.
Cuando
aceptamos con franqueza nuestros sentimientos somos coherentes con nosotros
mismos, dejando a un lado lo que “debo”
sentir y pensar, esto nos lleva a actuar también de manera coherente, es decir
que mis ideas, sentimientos y conductas estén en la misma línea. Aun cuando
esto me implique realizar algunos cambios o desarrollar nuevas maneras de
adaptación, haciendo participes a los que están cerca de dichos cambios. Muchas
veces estos cambios asustan pues implican perder el supuesto equilibrio en el
que nos encontramos, saliendo de nuestra zona de seguridad, sin embargo este
equilibrio debe corresponder al lugar en el que nos encontramos ahora, desde un
lugar de coherencia.
Si
somos coherentes y fortalecemos nuestra autoestima vamos a desarrollar maneras
más sanas de comunicación con nosotros mismos y con los demás. Si en cambio no
somos coherentes sólo establecemos relaciones de poder, juegos en los que
siempre se trata de ganar o perder sin poder establecer relaciones recíprocas, en
las cuales cada uno sea responsable de lo que hay en nosotros mismos, de lo que
somos entonces hablamos de coherencia.
No
somos coherentes, en cambio cuando colocamos nuestras vidas en las manos de los
demás responsabilizándolos de lo que nos pasa y de lo que somos, lo que
inevitablemente nos conduce al dolor y a desarrollar relaciones destructivas,
distantes y frustrantes.
La
realidad es que debemos sentirnos libres para expresar lo que sentimos y
pensamos, reflejo de nuestros actos y sentimientos positivos hacia nosotros y
hacia los demás.
Comentarios
Publicar un comentario