El Arte de Vivir y Morir: La Tanatología













La Tanatología es el estudio interdisciplinario del moribundo y de la muerte, se centra en las medidas para minimizar el sufrimiento tanto físico como psicológico de los enfermos terminales, así como la aprehensión y los sentimientos de culpa o pérdida de los familiares y amigos, los ayuda a elaborar el duelo. Así mismo, promueve en el personal de salud evitar la frustración ante la muerte de su paciente.

Esta disciplina da sentido a las pérdidas, atiende el para qué y ayuda a superar las pérdidas y el duelo que conllevan.

En el equipo interdisciplinario que va a atender al enfermo terminal, participan médicos especialistas y paliativitas, enfermeras, psicólogos, fisioterapeutas, trabajadores sociales y psico-oncólogos cuando se trata de cáncer, pues se ve al enfermo como un ser biopsicosocial y espiritual y la idea es atender todas las áreas que se ven afectadas por la enfermedad: física, psicológica, social, familiar, espiritual.

La familia tiene un lugar muy especial, se incluye en el proceso a los familiares y amigos más cercanos, cuidar a su ser querido enfermo les deja la satisfacción de haber estado con él en estos momentos finales de su vida, también les permite cerrar ciclos y arreglar asuntos pendientes.

Entre los objetivos de la Tanatología encontramos el ayudar a la persona a morir en plenitud de consciencia, con dignidad teniendo una buena muerte con calidad de vida hasta el último momento. Al personal de salud los ayuda a enfrentar el sufrimiento psicológico y la frustración que les genera ver morir a su paciente. A los familiares y al mismo enfermo les ayuda a enfrentar el proceso de duelo de manera satisfactoria, evitando así que se complique el proceso. La tanatología ayuda a elaborar todo tipo de pérdidas no sólo las generadas por le muerte.

Esta disciplina nos permite recibir un acompañamiento cuando estamos atravesando un proceso de duelo de tal manera que se alcance la aceptación de la pérdida, dando un sentido a la misma. Nos permite acomodar los sentimientos y los recuerdos para establecer una relación diferente con nuestro ser querido que ya no está, dándonos la posibilidad de recordarlo en paz y sin conflictos, culpas o remordimientos.

Cada persona vive su duelo de manera diferente, depende del vínculo que tenía con el fallecido, de la edad, de la personalidad de cada uno y de las experiencias previas relacionadas con otras pérdidas.

En el acompañamiento tanatológico debemos conocer las perspectivas que se tienen ante la muerte:  

Cómo el cese natural de las funciones del organismo.

Cómo un tabú, de la muerte no se habla.

Cómo una fatalidad impuesta.

Cómo regalo y con esperanza.

 La enfermedad terminal es aquella que no tiene tratamiento específico curativo o no cuenta con la capacidad para retrasar la evolución de esta y que por ello conlleva a la muerte en un tiempo variable. Es progresiva, provoca síntomas intensos, multifactoriales, cambiantes, representa un gran sufrimiento tanto físico como psicológico en el paciente, pero también en la familia que lo ve sufrir. El objetivo médico ya no es “curar”, sino “cuidar” al paciente.

Los miedos que presenta el enfermo terminal son:

  • Miedo a la muerte en sí.
  • Miedo a haber tenido una vida sin sentido.
  • Miedo a lo desconocido después de la muerte.

El acompañamiento tanatológico permite:

Brindar información actualizada y adecuada a las necesidades del paciente y de la familia.

Crear un espacio seguro, tranquilo y de confianza.

Brinda escucha, presencia, compasión y apoyo.
Genera una visión positiva y diferente de la enfermedad, la pérdida y la muerte.

Para el paciente la Tanatología determina:

Resignificar las perspectivas que tenga ante la enfermedad y la muerte.

Permite que exprese sus sentimientos, pensamientos y miedos.

Brinda escucha verbal y no verbal.

Acompaña el proceso.

Le da tiempo para asimilar la situación.
No asocia su fragilidad corporal con incapacidad para tomar decisiones.
Lo ayuda a encontrarse con la muerte sin un sentido de manos vacías.

Perite que le familia le exprese su amor y cuanto lo valora.

Lo ayuda a no dejar asuntos pendientes.

Le permite decidir sobre qué quiere que pase con su cuerpo después de fallecer.
La familia tiene más carga pues además de enfrentar la enfermedad de su ser querido tiene también que aceptar su muerte, por eso la Tanatología le permite:

Aceptar la expresión emocional y llegar a la aceptación.

Tener confianza en la capacidad de superación de cada miembro de la familia.

Respetar las creencias, mitos y valores respecto a la muerte.

 

De esta forma la Tanatología nos ayuda a encontrar una forma de aceptar la muerte inminente de nuestros seres queridos, así como la propia, nos prepara para enfrentar esos momentos difíciles, nos brinda herramientas que nos facilitan el proceso, pero también nos hace patente el vivir plenamente hasta el final.

 Marcela Barrera


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